Para algunos estudiosos, con la Primera Guerra  Mundial comienza el derrumbe de la civilización occidental del siglo  XIX, y que marca en forma negativa, desde sus inicios, al siglo XX.  Estas posturas, como todas las humanas, tuvieron defensores y  detractores. 
       
Y es en este panorama donde el expresionismo apareció                 como uno de los primeros movimientos de vanguardia que articularon                 estéticamente ese comienzo de crisis en la apertura violenta del                  siglo XX, ya concluido.
El Expresionismo, un movimiento dominante en el arte alemán desde                  1905 hasta 1930 -aproximadamente- se aplica a un arte en el que                  el autor expresa con el mayor vigor posible su propia visión del                  mundo y abandona las ideas tradicionales del naturalismo para                  rendir culto a las distorsiones y exageraciones de forma y color                  que expresan de manera compulsiva las emociones del artista.
El paisaje
El expresionismo pretende conmover, para lo cual utiliza la figura                  y el trazo violento.
Se pintan máscaras y paisajes donde los protagonistas son el                  agua, el cielo, las masas de vegetación o la simple intención                  de mostrar el ritmo de los sentimientos.
En sus obras, los expresionistas tergiversan por completo el                  mundo real, viéndolo tan sólo como pretexto para plasmar sus sentimientos                  desequilibrados y darles forma objetiva. De ahí su inclinación                  a lo extraordinariamente grotesco, a mezclar los planos de la                  representación, a desfigurar los objetos
|                       Edvard Munch  |                 
Es este desprecio por la realidad como tal lo que lleva generalmente                  a imágenes caricaturescas, deformadas, de gestos forzados y escenarios                  que parecen asfixiar a las figuras.
Se dice que el inventor de la palabra "expresionismo"                 fue un tal Julien-Auguste Hervé, un pintor francés muy olvidado                  que expuso con este nombre sus cuadros en el Salón de los Independientes                  en 1901. Pero este término no se impuso en Francia. Fue en la                  Secesión berlinesa de 1911, en donde se expusieron, junto a los                  cuadros habituales de los impresionistas, obras de una nueva tendencia                  que agrupaba a Braque, Derain, Dufy, Picasso, Vlaminck... 
Podemos reconocer en esta lista a integrantes del fauvismo                 y del cubismo que en Alemania eran catalogados por aquel                  entonces bajo el título de expresionismo. Pero para hablar                  de expresionismo en Alemania debemos retrotraernos hasta                  1905, el año en que Kirchner funda el grupo Die Brüke junto                  a Bleye, Heckel y Schmidt-Rottluff, a quienes más tarde se unieron                  Nolde y Pechtein en 1906 y Otto Müller en 1910.
"El expresionismo es sin duda, dice De Micheli, un arte                  de oposición." Oposición en primer lugar al positivismo:                  ya de Nietzsche a Wedekind una parte de la inteligentsia                 germana tendía a "demostrar la falsedad del espejismo positivista                  y trataba de romper su tensa envoltura para descubrir que dentro                  de él sólo se agitaban maléficas insidias."
Es sobre este presupuesto de crítica y oposición al positivismo                  que se proyectan las líneas de fuerza de los expresionistas. Y,                  si para los impresionistas la realidad era un dato exterior                 que estos pintores intentaban captar desde un pretendido efecto                 óptico (con el famoso golpe de vista) para los expresionistas                  la realidad era algo que había que experimentar desde la más profunda                 interioridad, y así apelaban a vivencias corporales y emocionales                  del mundo más que a su captación por el ojo.
|                       Vincent Van Gogh, Raices y troncos,                        junio-julio 1890  Óleo sobre tela, 50 x 100 cm  |                 
Pero al margen de esta concepción de la realidad aquello que                  del impresionismo más molestaba a los expresionistas era, según                  dicen, el tono de felicidad y ligereza, el sensible hedonismo                  que representaban éstos, con el agravante, además, de los epígonos                  vulgarizadores, sobre todo fuera de Francia, epígonos que hacían                  gala de la representación de una vida apacible. Por lo tanto uno                  de los "motivos" del expresionismo va a ser una pretendida                  intensificación de la realidad, esto es, a la impresión sobre                  la retina de los impresionistas los expresionistas oponen básicamente                  una mediación subjetiva intensificada entre la realidad y la tela:                 "afirmar hasta la deformación de la curva de un bello                  hombro, intensificar la blancura perlina de una tez, endurecer                 una geometría de ramas..."
El grupo Die Brücke se disuelve en 1913, pero el grupo                  fundado por Kandinsky y Franz Marc en 1911 con el nombre de Der                  Blaue Reiter ya impregnaba la ciudad de Munich con sus abstracciones                  por aquellos tiempos.
La nota que distingue a este grupo esta vez es "la conciencia                  del divorcio entre arte y sociedad, la voluntad de mantenerse                  extraños al mundo. " Por lo tanto, desde esta extrañeza                  separadora se derrama lo que Kandinsky llama lo “espiritual                  de la naturaleza”, que tiene como misión purificar el alma                  eliminando los residuos de la realidad y tender así hacia la abstracción,                  hacia la purificación de las formas.
Ahora bien, estas visiones místicas, con tintes fisiológicos,                  tienen como antecedente en la teoría del arte a un autor por entonces                  muy leído: Wilhelm Worringer y su libro Abstraction und Einfühlung                 de 1908 que partiendo de algunos presupuestos de Alois Riegl (la                 noción de "Kunstwollen" y estilo) da apertura                  y marco al expresionismo estético.
Según parece, en el comienzo del siglo los filósofos y artistas                  alemanes (Husserl, von Hofmannsthal, Musil, Kafka...) están en                  la búsqueda de LA "realidad", y este deseo de encontrar                  aquello real, un real intensificado, se conecta sobre todo con                  la necesidad de hallar la superación del "principio de realidad"                 del siglo XIX que resulta de la experiencia epocal de la alienación                  que está ligada al desarrollo social y económico del Imperio Alemán                  a comienzos del siglo XX.
Y para el giro que era necesario tomar sobre esta "realidad                  verdadera", la forma de pensar expresionista presenta, por                  así decir, los primeros pasos para la superación del "principio                  de realidad" del siglo XIX. Para ello la asunción del modernismo                  expresionista por parte de Rilke, Musil y Kafka lleva a cabo las                  máximas consecuencias de este proyecto. Y así símbolo, alegoría                  y mito se convierten en mecanismos que ocultan una común sensibilidad                  exasperada.
Las generaciones expresionistas de mayor edad se refugiaron en                  el paisajismo, mientras las más jóvenes, de fuertes convicciones                  realistas, se confrontaron con las condiciones de la vida de su                 época.
A modo de resumen:
El término expresionismo da nombre en los primeros años del siglo                  XX al estilo que reacciona frente al impresionismo y al Jugendstil                  en Alemania, al igual que ocurre en Francia o Italia como el cubismo                  o futurismo.
Asimismo, se utiliza para denominar un clima de desencanto frente                  a la estructura social y política de la Alemania de Guillermo                  II y engloba además al resto de las manifestaciones artísticas.
Dos grupos en Alemania se consideran específicamente expresionistas.                 "Die Brücke"(El Puente) fundado en 1905 en Dresde, y                 "Der Blaue Reiter" (El jinete azul) en Múnich (1911).
Desde una posición postromántica, el expresionismo en sus comienzos                  se centra en la utilización del cuadro para expresar sentimientos                  humanos de un modo muy libre, con fuerte colorido y dibujo agresivo.
Ahondan en la deformación y el color adquiere contenidos emocionales.                  Las fuentes de inspiración de los artistas de "Die Brücke"                 son Van Gogh, Gauguin y Munch; la escultura primitiva de África                  y Oceanía, y los grabados alemanes en madera. 
Se proponen una renovación del lenguaje artístico al tiempo que                  los fauvistas y los primeros cubistas, pero éstos llevan al extremo                  la idea de la deformación subjetiva. Son artistas que tienen clara                  conciencia de grupo. Kirchner, Heckel, Bleyl y Smichdt-Rottluff,                  a los que se unen Nolde y Pechstein, se trasladan de Dresde a                  Berlín en 1910, justifican sus ideas en escritos teóricos y editan                  periódicamente carpetas de grabados, todo ello documentos de primer                  orden.
En 1913 la "Crónica" de Kirchner provoca la disolución                  del grupo. En 1911 Kandinsky y Marc lideran la formación del "Blaue                  Reiter", sin un programa ideológico tan claro pero tendiente                  a la búsqueda de una renovación espiritual que les conduciría                  a la abstracción y que pronto tiene eco internacional. Marc y                  Macke mueren al inicio de la guerra en 1916 y cada artista inicia                  un trayecto diferente.
 Fuentes Internet:
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