¿Qué es el diseño?
El Diseño es definido como
la concepción y planificación de todos los productos elaborados por el humano:
ordenamiento del entorno al remodelar los materiales naturales con el fin de
satisfacer necesidades y lograr nuestros propósitos; por lo tanto, al diseño se
lo considera un instrumento para mejorar la calidad de vida.
A lo largo del Siglo XX, el
diseño ha formado parte importante de la cultura y la vida cotidiana. Su
alcance es muy amplio e incluye desde objetos tridimensionales hasta
comunicaciones gráficas y sistemas integrados de la tecnología de la
información en entornos urbanos.
Los orígenes del diseño se
remontan a la Revolución Industrial y a la aparición de la producción
mecanizada. Antes de ese período, los objetos se fabricaban artesanalmente y la
concepción y realización de un objeto la llevaba a cabo un individuo en su
taller.
De este modo, una simple
tetera o un mueble, podían tener un costo muy elevado debido a las cualidades
de los materiales y la dedicación con que se debían elaborar, lo que hacía que
los objetos fueran muy preciados y se heredaran de generación a generación
dentro de una misma familia.
Pero el sistema de
producción en serie con que funcionan las fábricas, reemplazó la manufactura
artesanal de objetos y dio nacimiento al diseño moderno.
El diseño, como lo
entendemos desde la Revolución Industrial, permite que se cree una matriz
única, es decir, una forma original del objeto (ya sea bidimensional o
tridimensional), que es la base desde la cual se realizan después múltiples
copias industriales.
Componentes considerados en el diseño moderno
Materiales
Son los objetos y
substancias naturales cuyas formas y propiedades modificamos en el proceso de
diseño, con el propósito de que las formas de los materiales existentes se
vuelvan apropiadas para lo que deseamos o necesitamos.
El diseñador necesita saber
cuáles son las propiedades del material, de modo que pueda idear diseños que
resulten adecuados a éste y quizá descubrir nuevos modos de utilizarlos:
dureza, blandura, resistencia, fuerza tensora o compresora, ductilidad o
rigidez, color, todo ello determinará qué formas aceptará un material y para
qué funciones resultará adecuado.
No obstante, es bastante
común que a un material se lo adapte a funciones tradicionalmente realizadas
por otro.
Así, la aparición de nuevos
materiales como el acero, plástico y caucho, estimularon innovadoras ideas de
diseño y dieron nuevas características físicas a objetos familiares.
Ese proceso de adaptación de
materiales es constante y sucede hasta hoy en día.
¿conoces los zapatos de
caucho? ¿las muebles inflables? ¿las cámaras fotográficas desechables? ¿la ropa
de tela de cáñamo?
Esos son algunos ejemplos de
readaptación de materiales.
Procesos
Son las acciones físicas que
dan a un material las formas diseñadas.
En el caso de pequeñas
empresas, tales como la alfarería o la fabricación de muebles sencillos, el
artesano es también el diseñador; a veces las creaciones formales son
originales, pero frecuentemente son ideas tradicionales repetidas de modo
rutinario, generación tras generación.
En obras de mayor
envergadura, como la construcción de una catedral, las habilidades de los
artesanos, como canteros y carpinteros, siempre están subordinadas a un diseño
global, y estas personas trabajan según normas aportadas por el diseñador.
Durante el período
industrial inicial, la fabricación de productos se fraccionó en procesos
separados más simples, cada uno de los cuales podía ser llevado a cabo por
personas que no siempre tenían que ser artesanos, en el sentido clásico del
término.
Actualmente, el diseñador
industrial y el técnico de procesos, que trabajan con máquinas complejas y
normas técnicas aportadas por clientes a quienes la manera de obtener el
resultado no siempre les preocupa, han erosionado aún más el alcance y el valor
de las destrezas manuales en la industria.
Como resultado, hoy en día,
las verdaderas Artesanías han llegado a ser ámbito exclusivo de personas que
procesan sus propios materiales, diseñan sus propios productos y se consideran
a sí mismos artistas independientes.
Forma
Podemos considerar el diseño
como un tipo de modelado mental, una variedad del pensamiento abstracto
derivado de la actividad básica humana de manipular y remodelar el mundo
físico.
Algunos tipos de pensamiento
formal, como las matemáticas, son muy abstractos. Pero el diseñador debe idear
formas que puedan ser transformadas en realidades con los recursos disponibles.
Los diseñadores creativos
pueden dedicarse a idear nuevas formas que supongan un reto para los procesos y
materiales ya existentes.
Si un diseñador idea una
silla de metal, debe estudiar factores tales como la fuerza del acero, la forma
del cuerpo humano y las estructuras estabilizadoras.
Y aunque no participe en la
fabricación real de la silla, debe modelar el diseño con un claro sentido de
cómo puede realizarse. Los dibujos y especificaciones que el diseñador realiza
tienen que transmitir a otras personas las formas, componentes y materiales
necesarios para concretar su proyecto.
Propósitos y función
La forma de un objeto está
determinada, en gran medida, por su propósito; en muchos casos por múltiples
propósitos, tanto prácticos como psicológicos.
En un extremo, por ejemplo,
están las radios portátiles taiwanesas de bajo costo, tamaño pequeño, relativa
resistencia y alta distribución, cuya intención primera es satisfacer la
necesidad de radios en el tercer mundo, en desmedro de la calidad.
En el otro extremo se hallan
los grandes monumentos culturales tales como catedrales, edificios públicos,
torres, etc... que son pensados para responder no sólo a propósitos prácticos,
sino también estéticos, espirituales y políticos.
Entre ambos extremos hay una
enorme variedad de tareas que debe cumplir el diseño: dar forma a automóviles,
empaquetar cereales, maquetar anuncios, elaborar formatos de computadores, etc.
Esta variedad productiva nos
señala que los extremos no están efectivamente separados, que a menudo se tocan
y se articulan para lograr en conjunto sus propósitos. Tendemos a considerar la
función y el aspecto (lo práctico y lo estético) como mutuamente excluyentes, y
no nos damos cuenta de que el diseño puede aplicarse a ambos, e integrarlos
efectivamente.
Propósito y función son dos
cosas distintas; por un lado, está el objeto que tiene un solo propósito, una
función. Por ejemplo, el martillo está pensado sólo para golpear cosas. En el
otro lado está el objeto puramente estético, como la pintura abstracta. Carece
de función (porque ni siquiera describe el mundo físico como la pintura
figurativa) pero tiene un propósito: la expresión y presentación de sentimientos
y sensaciones.
Los propósitos varían desde
el más simple al más complejo; lo mismo ocurre con las soluciones. Una buena
solución de diseño puede ser compleja, pero el mejor diseño generalmente parece
sencillo, contradiciendo las complejidades de su formulación.
Un excelente diseño, que se
convierte en un clásico que marca época y estilo, es aquél que logra combinar
una innovadora solución práctica con belleza y atractivo visual.
Naturaleza y diseño
Antes de que el ser humano
creara artefactos útiles con sus propias manos y luego ideara las pautas de
diseño, ya la naturaleza nos regalaba maravillosas fuentes de inspiración.
Las formas, estructuras y
colores de los distintos elementos del medio ambiente muchas veces nos parecen
hermosas y cercanas a la perfección.
Así, para muchos de ellos,
la naturaleza es el mejor lugar para encontrar soluciones formales y aplicarlas
a sus creaciones.
A continuación podrás ver
una selección de imágenes de estructuras de elementos de la naturaleza que
presentan un interés especial desde la perspectiva del diseño.
También hay imágenes de
diseños que claramente se relacionan con la naturaleza, para que compares y
descubras las semejanzas.